Dios les bendiga grandemente
Un Mirilla
Bíblica
📘Efesios 1:4:
“según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que
fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor”
📚Palabras
clave en griego koiné:
ἐξελέξατο
(exelexato) – “nos escogió”
πρὸ
καταβολῆς κόσμου (pro katabolēs kosmou) – “antes de la fundación del
mundo”
ἅγιοι
(hagioi) – “santos”
ἄμωμοι
(amōmoi) – “sin mancha”
ἐν ἀγάπῃ
(en agapē) – “en amor”
📗Explicación:
Este
versículo enseña que Dios nos eligió en Cristo con un propósito: que viviéramos
vidas santas y puras. No se trata de una elección individual arbitraria, sino
de una elección corporativa y condicionada en Cristo. Quienes obedecen el
evangelio forman parte de ese grupo “escogido”.
La frase
“antes de la fundación del mundo” muestra que el plan redentor ya existía antes
del tiempo (cf. 2 Timoteo 1:9), lo cual exalta la sabiduría y propósito
eterno de Dios.
📙Aplicación
para el cristiano:
El creyente
debe vivir con gratitud y propósito, sabiendo que ha sido llamado desde antes
del tiempo para reflejar santidad y pureza en Cristo. Nuestra identidad no
depende del mundo, sino de nuestra posición en Cristo. Esto debe inspirarnos a
vivir una vida apartada del pecado, en amor, y con conciencia de que somos
parte del plan eterno de Dios.
Mis
hermanos y amigos, la carta a los Efesios nos enseña sobre la identidad y
propósito que tenemos como creación de Dios. Con esto en
mente, meditemos algunas enseñanzas a continuación
:
1. Somos
elegidos desde antes de la creación del mundo
Efesios 1:4 nos
asegura que Dios nos escogió en Cristo antes de que existiera el mundo,
mostrando que nuestra existencia es parte de un plan eterno.
"Según
nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y
sin mancha delante de él, en amor".
Reflexión: Somos el
resultado de un amor eterno y deliberado, no un accidente ni una casualidad.
2. Somos
reconciliados en Cristo
La obra de
Dios nos transforma de ser enemigos a hijos adoptivos suyos, reconciliándonos
con Él y con los demás.
Efesios
2:13 "Pero ahora en Cristo
Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos
por la sangre de Cristo".
Reflexión: Nuestra
identidad como obra de Dios se completa en la reconciliación que tenemos con Él
por medio de Cristo.
3. Somos
templo del Espíritu Santo
Dios no
solo nos crea físicamente, sino que nos llena espiritualmente, haciéndonos
morada de Su Espíritu.
Efesios
2:22 "En quien vosotros también
sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu".
Reflexión: Al ser Su
obra, Dios habita en nosotros y nos utiliza para mostrar Su gloria al mundo.
4. Somos
renovados a Su imagen
Dios nos
moldea y transforma para que reflejemos Su carácter, desechando nuestra antigua
manera de vivir.
Efesios
4:24 "Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y
santidad de la verdad".
Reflexión: Como obra
de Dios, nuestra vida está en constante transformación hacia la santidad.
5. Somos
parte de Su familia y Su cuerpo
Dios no nos
crea para estar aislados, sino para ser parte de Su iglesia, el cuerpo de
Cristo, viviendo en unidad y propósito.
Efesios
4:16 "De quien todo el cuerpo,
bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan
mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento
para ir edificándose en amor".
Reflexión: Nuestra
identidad como obra de Dios cobra plenitud al ser parte de una comunidad de fe.
⚓Mis
hermanos y amigos, la carta a los Efesios revela que somos obra de Dios porque
hemos sido creados, escogidos, redimidos y transformados por Su gracia para Su
gloria.
⚓Esto implica una responsabilidad de caminar en las buenas obras, reflejar Su carácter y vivir en unidad con otros creyentes.
⚓Como Su
creación, somos el testimonio viviente de Su amor eterno y Su plan redentor.
📕Efesios 3:20 Y a aquel que es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros,
📕Efesios
3:21 a Él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las
generaciones, por los siglos de los siglos. Amén.
Firmes y Adelante