Dios les bendiga grandemente
La hora de
la reflexión
10:43pm
📙Hechos 3:6
“Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre
de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.”
Parte 1:
Declaración de Pedro
“Pedro dijo: No tengo plata ni oro;”
Parte 2: Lo
que Pedro sí tiene
Parte 4: La
acción requerida
📗Aplicación para el cristiano
📘Considerando
Hechos 3:1-10 meditemos las enseñanzas siguientes:
1. El poder
del nombre de Jesús trasciende lo material
Pedro dijo:
"No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de
Jesucristo de Nazaret, levántate y anda" (v. 6).
Como
cristianos, no siempre podremos suplir necesidades materiales, pero tenemos
algo más valioso: la fe en el poder de Jesús para transformar vidas. Este acto
nos recuerda que el poder de Cristo no depende de recursos humanos, sino de Su
autoridad divina, que puede sanar y restaurar tanto físicamente como
espiritualmente.
2. La fe se
manifiesta en acciones audaces
Pedro
extendió su mano y levantó al hombre (v. 7).
Este gesto
muestra cómo la fe en Jesús impulsa al cristiano a actuar, confiando plenamente
en Su poder. No basta con creer; debemos poner nuestra fe en acción al
compartir el Evangelio, orar con fervor y extender ayuda a los necesitados,
sabiendo que Dios hará Su obra a través de nosotros.
3. El
milagro apunta a la gloria de Dios
El hombre
sanado no solo comenzó a caminar, sino que "entró con ellos en el templo,
andando, y saltando, y alabando a Dios" (v.8).
La sanidad
no era un fin en sí mismo, sino un medio para glorificar a Dios y testificar de
Su poder. De la misma manera, nuestras obras y ministerio deben dirigir la
atención de otros hacia Dios, para que Su providencia y Sus maravillas sean
reconocidas y Su nombre sea exaltado.
Mis
queridos hermanos, el cristiano como seguidor de Cristo tiene en el Padre
Celestial algo mucho más valioso que las riquezas terrenales: Su providencia,
la salvación, el amor y el poder de Dios.
Somos
llamados a compartirlo con valentía y fe, confiando en que Él hará grandes
cosas a través de nosotros.
Cada acto
de servicio, por pequeño que parezca, puede convertirse en una oportunidad para
glorificar a Dios y llevar a otros a experimentar Su poder transformador.
"Lo
que tengo, te doy" nos recuerda que, en Cristo, somos instrumentos de Su
gracia y poder para impactar al mundo.
Firmes y Adelante