1. Anda en el Espíritu – Vive guiado por el Espíritu Santo, no por la carne (Gálatas 5:16, 25).
2. Da fruto del Espíritu – Manifiesta amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio (Gálatas 5:22-23).
3. Es humilde – No se considera superior, sino que sirve a los demás con espíritu de mansedumbre (Filipenses 2:3-4; Gálatas 6:1).
4. Ama sinceramente – Tiene un amor genuino por sus hermanos, sin hipocresía (Romanos 12:9-10; 1 Juan 4:7-8).
5. Busca la unidad – Se esfuerza por mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz (Efesios 4:1-3).
6. Es obediente a la Palabra – Vive conforme a la enseñanza de Cristo y del evangelio (Juan 14:21; 1 Juan 2:3-6).
7. Es constante en la oración – Tiene una vida de comunión con Dios (1 Tesalonicenses 5:17; Colosenses 4:2).
8. Es perdonador – Dispuesto a perdonar como Cristo lo perdonó (Colosenses 3:13; Efesios 4:32).
9. Busca restaurar al caído – Ayuda a levantar al hermano en pecado con espíritu de mansedumbre (Gálatas 6:1).
10. Anhela crecer en Cristo – No se conforma con lo básico, sino que busca madurar espiritualmente (Efesios 4:13-15; Hebreos 5:12–6:1).