Pensamiento:
Las pruebas no son interrupciones en el plan de Dios, sino parte esencial de Su proceso para perfeccionarnos. Aunque a veces parecen oscuras y pesadas, en realidad son talleres divinos donde el Señor pule nuestra fe, forja paciencia y moldea nuestro carácter a la imagen de Cristo. La fe verdadera no se manifiesta solo en la comodidad, sino en la perseverancia frente a la adversidad. Dios no permite una prueba sin proveer también la fortaleza para resistirla y la sabiduría para aprender de ella. Por tanto, debemos verlas no como castigos, sino como oportunidades de crecimiento espiritual.
Versículo:
"Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis
en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce
paciencia."
Santiago 1:2-3
Aplicación:
Cuando enfrentes la aflicción, detente y ora: “Señor, ¿qué deseas enseñarme a través de esto?”. Luego, aférrate a Su Palabra. La prueba puede doler, pero es temporal; el fruto que produce es eterno. Dios no te está alejando, te está afinando. Recuerda que José fue probado antes de gobernar, Job fue probado antes de recibir el doble, y Jesús fue probado antes de glorificar al Padre. Así también tú: no estás solo. La paciencia que se forma en ti será un testimonio de madurez espiritual. Mantente firme, sigue amando a Dios y haz el bien en todo momento. 🙏🏻♥🛡🪖📖🗡⏱⚖