Dios les bendiga
grandemente
La hora de
la reflexión
12:38am
Lucas 17:7-10 ¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando ovejas, y
cuando regresa del campo, le dice: "Ven enseguida y siéntate a
comer"? ¿No le dirá más bien:
"Prepárame algo para cenar, y vístete adecuadamente, y sírveme hasta que
haya comido y bebido; y después comerás y beberás tú"? ¿Acaso le da las
gracias al siervo porque hizo lo que se le ordenó? Así también vosotros, cuando
hayáis hecho todo lo que se os ha ordenado, decid: "Siervos inútiles
somos; hemos hecho sólo lo que debíamos haber hecho."
Palabras
clave en griego koiné:
1. δοῦλος (doulos) – "Siervo" o "esclavo"
4.
ἀναστήθι (anastéthi) – "Levántate"
6.
διακονησόν (diakonēson) – "Servir"
8.
ἀχρείοι (achreioi) – "Inútiles" o "no dignos"
9.
διαταχθέντα (diatachthenta) – "Lo ordenado"
En este pasaje, Jesús ilustra la actitud correcta de un siervo en
relación con su amo. Los siervos no esperan ser elogiados por cumplir con sus
deberes, ya que están simplemente cumpliendo con lo que se les ha ordenado.
Así como el amo no agradecerá al siervo por hacer lo que se espera de él,
nosotros, como siervos de Dios, debemos reconocer que no merecemos alabanza o
recompensa por hacer lo que Dios nos manda, ya que estamos cumpliendo con
nuestra obligación. Este pasaje invita a la humildad y a la comprensión de
que nuestras acciones de obediencia a Dios son simplemente lo que se espera de
nosotros como sus siervos.
Mis
hermanos, en Lucas 17:7-10, Jesús presenta una parábola breve que habla
sobre la relación entre el siervo y el amo, enfatizando una actitud de humildad
y obediencia sin buscar recompensa. A partir de este pasaje, se pueden extraer
varios aprendizajes espirituales :
1. La
humildad en el servicio
En el
pasaje, el siervo realiza su trabajo sin esperar elogios ni reconocimientos.
Jesús enseña que el servicio a Dios y a los demás no debe ser motivado por la
vanidad o el deseo de ser recompensado, sino por un corazón humilde que
entiende su rol. Para el cristiano, esto significa asumir una actitud de
servicio desinteresado, reconociendo que todas las buenas obras son un reflejo
de la gracia de Dios en su vida.
2. El
reconocimiento de nuestro rol como siervos
Jesús
describe que, al cumplir con su labor, el siervo no espera ser servido por su
amo. Este llamado a ser "siervos inútiles" recuerda a los creyentes
que su posición ante Dios es la de siervos, no de señores. La fidelidad en el
cumplimiento de las responsabilidades espirituales no se basa en ganar méritos
o favores, sino en una respuesta genuina de amor y respeto hacia el Señor.
3. La
obediencia como deber espiritual
La
obediencia, en este pasaje, se ve como un deber. Jesús destaca que el siervo,
al cumplir con sus obligaciones, no está haciendo nada extraordinario. Para el
cristiano, la obediencia a Dios no es un acto heroico o excepcional, sino un
aspecto esencial de la vida de fe. Esto nos invita a vivir una vida donde la
obediencia es continua y cotidiana, reconociendo que no se hace para recibir
algo a cambio, sino como una respuesta de amor y devoción a Dios.
4. Evitar
el orgullo espiritual
Al decir
que somos “siervos inútiles”, Jesús advierte sobre el peligro del orgullo
espiritual. Este pasaje desafía al cristiano a evaluar constantemente sus
motivaciones, asegurándose de que el orgullo no se infiltre en su servicio a
Dios. Recordando que todo lo que hacemos es por gracia y no por mérito propio,
el cristiano puede evitar la trampa de creer que su obediencia o servicio le
otorgan una posición especial.
Mis amados
hermanos y amigos, en última instancia, Lucas 17:7-10 nos recuerda que,
como seguidores de Cristo, debemos servir con humildad y gratitud, reconociendo
que todo lo que hacemos es una respuesta al amor y la gracia inmerecida de
Dios.
Este pasaje
nos invita a reflejar una actitud humilde y obediente, donde nuestro servicio
no busque elogios ni recompensas, sino honrar a Dios con una devoción genuina y
sin condiciones.
En esta
sumisión amorosa encontramos la verdadera libertad espiritual, pues al
renunciar a nosotros mismos, descubrimos la plenitud de una vida entregada al
Señor.
"Soy lo que
soy por la gracia de Dios"
1Corintios
15:10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no
resultó vana; antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo,
sino la gracia de Dios en mí.
Firmes y Adelante